lunes, 11 de agosto de 2014

Fiebre Tifoidea




La fiebre tifoidea, tifus o fiebre entérica, es una infección causada por la bacteria Salmonella typhi, aunque en ocasiones puede deberse al bacilo de Eberth o raramente a Salmonella paratyphi tipo A, B y C.


La Organización Mundial de la Salud estima que ocurren 17 millones de casos por año y 600,000 defunciones en los países en desarrollo. En los países industrializados se registran casos esporádicos importados (viajeros, inmigrantes) y brotes, habitualmente relacionados con un manipulador de alimentos portador crónico.

Afecta únicamente al ser humano debido al consumo de alimentos contaminados y se manifiesta con fiebre, agotamiento, dolor abdominal, erupción rosada en la piel (lo que lleva el nombre de Roséola), diarrea y deshidratación, asi mismo puede originar  complicaciones graves como perforación intestinal y enterorragia.

Esta bacteria sobrevive durante varias semanas en agua, hielo, tierra, excretas desecadas y ropas, mientras que en líquidos cloacales, dura alrededor de una semana.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), la fiebre tifoidea representa la causa más común y severa de fiebres entéricas en casi todo el mundo.

La fiebre tifoidea continua siendo un problema significativo de salud publica en los países en desarrollo, de acuerdo a un boletín estimado por la organización mundial de la salud de mayo de 2004, en el cual comenta que se puede estimar que anualmente ocurren más de 21 millones de casos de fiebre tifoidea, con más de 200,000 muertes por año.

La susceptibilidad de la enfermedad es universal y está incrementada en las personas con aclorhidria gástrica o inmunodeficiencia. El período de incubación promedio de la misma es de 7-14 días (rango 1-40 días) y estaría relacionado con la dosis inoculada.

La presentación clínica de la enfermedad puede ser variable, presentándose desde una forma leve con fiebre y malestar general hasta una forma grave con sintomatología abdominal y múltiples complicaciones. No obstante existen factores que influyen en la evolución de la enfermedad como; duración de la enfermedad antes del inicio del tratamiento, elección del manejo antimicrobiano, edad, exposición previa al agente, historia de vacunación, virulencia de la cepa bacteriana, cantidad del inoculo ingerido, y factores del huésped.

Las complicaciones se presentan en la tercera semana, como: hemorragia (5-10%) o perforación intestinal (1%) por ulceración de las placas de Peyer, y en otras localizaciones como pleuropulmonar, sistema nervioso central, osteoarticular, cardiovascular.

Aunque la clínica y los antecedentes epidemiológicos son útiles, el diagnóstico se basa en el aislamiento de la bacteria Salmonella typhi, fundamentalmente en los hemocultivos que suelen ser positivos en la primera semana en el 90% de los casos, perdiendo sensibilidad con el paso de los días (50% en la tercera semana).  Al contrario del anterior, el coprocultivo y el urocultivo suelen ser negativos en la  primera semana y terminan siendo positivos en el 75% de los casos en la tercera semana. 

El diagnóstico serológico cada vez se utiliza menos por su baja sensibilidad y especificidad. Puede ser útil en aquellos pacientes en los que se sospecha la enfermedad y que han tomado antibióticos antes de la toma de hemocultivos siendo éstos negativos; Títulos de anticuerpos tipo Ig M anti-O superiores a 1/640 o aumento de valores de títulos basales en 4 o más veces tienen valor diagnóstico.

Es importante comentar que durante la era preantibiótica la enfermedad tenía una mortalidad del 15%. Actualmente por otra parte su mortalidad no pasa del 1% en países de nivel socioeconómico adecuado y puede oscilar entre el 10 y el 30% en áreas de Asia y África, dependiendo de las cepas multirresistentes, las deficiencias sanitarias y, sobre todo, del retraso en el inicio de la terapia antibiótica.

Tratamiento
Pautas antibióticas más habituales del tratamiento de la fiebre tifoidea:
Pautas de elección:
·         (Adultos: ciprofloxacino 500 mg por vía oral cada 12 horas durante 10 días).
·         (Mujer embarazada: amoxicilina 1 g por vía oral cada 4-6 horas durante 14 días).
Pautas alternativas:
·         Ceftriaxona: 2 g por vía intravenosa o intramuscular cada 24 horas durante 10-14 días
·         Cefixima: 400 mg por vía oral cada 24 horas durante 10-14 días
·         Amoxicilina: 1 g por vía oral cada 4-6 horas durante 14 días
·         Cotrimoxazol: 160/800 mg por vía oral cada 12 horas durante 14 días
·         Azitromicina: 1 g por vía oral cada 24 horas durante 5 días.
·         Pautas de tratamiento del estado de portador crónico
·         Ciprofloxacino: 750 mg por vía oral cada 12 horas durante 4-6 semanas
·         Amoxicilina: 1 g por vía oral cada 6 horas durante 4-6 semanas

  
El período de convalecencia es prolongado y pueden presentarse durante el mismo, astenia psicofísica, caída del cabello y polineuritis. La letalidad de la enfermedad es del 1 % con tratamiento oportuno y del 10-20 % sin el tratamiento. La atención es hospitalaria durante el período de estado y corresponde el cumplimiento de las precauciones y aislamiento entérico. Si el paciente está en su hogar se debe cumplir con las mismas indicaciones.

               
Dr. Esaú Jesús Ramón Solorio Sillas 
Médico Cirujano y Partero
Universidad Guadalajara Lamar.

Recuerda nuestra  Asesoría Médica, llama al  01 800 111 8111 para orientación o visita:  http://goo.gl/tiWCo 

lunes, 4 de agosto de 2014

AUTOEXPLORATE

Cáncer de Mama

El cáncer de mama en resumidas palabras es el crecimiento anormal de células malignas en el tejido mamario. En nuestro medio esta enfermedad ocupa el segundo lugar en cuanto a causa de mortalidad por cáncer en la población femenina, hablando de todo el país, solo por debajo del Cáncer Cervicouterino.
Según su lugar de origen existen dos principales tipos de cáncer de mama, el carcinoma ductal (el más frecuente) que se origina en los conductos que llevan la leche materna desde la mama hasta el pezón, seguido del lobulillar que comienza en las partes de las mamas que producen la leche, los lobulillos.

Algunos factores de riesgo que predisponen a las mujeres a padecer esta enfermedad son la edad avanzada, primera menstruación a temprana edad, edad avanzada en el momento del primer parto o nunca haber dado a luz, antecedentes familiares de cáncer de mama, el consumo de hormonas como estrógenos y progesterona, e ingesta de bebidas alcohólicas y el  tabaquismo.
Existen dos métodos esenciales para la prevención y diagnóstico temprano de la enfermedad.

1.       Autoexploración. La Asociación Americana de Cáncer, recomienda la autoexploración de glándula mamaria de forma mensual a todas las mujeres a partir de la menarca (primera menstruación), después de los 18 años de edad o antes si la mujer cuenta con factores de riesgo (16 años)segun indican las guias de practica clinica. La exploración debe ser entre los días 5 a 7 del ciclo menstrual durante la etapa reproductiva, y en la mujer postmenopáusica, la autoexploración se debe realizar en un día fijo elegible por la paciente. Esta incluye:
Observar: 
1-De pie frente al espejo, con los brazos hacia abajo, observar si alguna de las mamas esta deformada, si hay cambio de color o si el pezón está desviado o hundido. 
2- Colocar las manos en las caderas, presionando firmemente en inclinándose un poco hacia adelante y buscando alguno de los cambios antes mencionados. 
3-Con los brazos extendidos hacia arriba en la misma posición, observar si aparece alguno de los cambios ya comentados. 

Tocar/sentir:
1-Utilizar la yema de los tres dedos medios de la mano, haciendo presión al momento de explorarse. También puede realizarlo con la mano enjabonada al momento de tomar un baño. 
2- De pie con una mano detrás de la cabeza, explorar toda la mama con movimientos circulares empezando por la axila hasta terminar en el pezón. 
3-Efectuar todas las maniobras anteriores pero ahora acostadas con una almohada bajo la espalda. 
4-Terminar la exploración apretando o comprimiendo la mama y observando si hay salida de secreción o líquido anormal por el pezón.

Es importante comentar que ante cualquier anormalidad encontrada, acudir de inmediato con su médico para su atención.


2.       Mamografía
Una mamografía es una radiografía del seno que se utiliza para detectar cambios en el seno en mujeres que no presentan signos o síntomas de cáncer de mama. Generalmente se requieren dos radiografías de cada seno. Con una mamografía, es posible detectar microcalcificaciones o un tumor que no se pueda palpar.
·         Las mujeres mayores a 40 años o más se deberán hacer mamografías cada 1 ó 2 años.

·         Las mujeres que tienen un riesgo mayor que el promedio de desarrollar cáncer de mama, deberán hablar con su médico acerca de la necesidad de hacerse mamografías antes de los 40 años.

Ultrasonograma mamario
Generalmente este método es utilizado en mujeres jóvenes (menores de 40 años), con detección de masas mamarias y factores de riesgo para el desarrollo de cáncer de mama.

Sumar un ultrasonido a las mamografías realizadas anualmente en las mujeres con mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama ayuda a detectar tumores en fases iniciales.



Dr. Esaú Jesús Ramón Solorio Sillas 
Médico Cirujano y Partero
Universidad Guadalajara Lamar.


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